Pintado en 1909, "Paseo a orillas del mar" es una de las obras más emblemáticas de Joaquín Sorolla. En esta pintura, el artista captura a su esposa Clotilde y a su hija María paseando por la playa de Valencia. La luz brillante del Mediterráneo, reflejada en los vestidos blancos y el agua azul, muestra la maestría de Sorolla en el manejo de la luz y el color. La obra transmite una sensación de serenidad y alegría, evocando la atmósfera cálida y soleada de una tarde de verano.